“Se cierra la puerta de la celda, pero no la de los sueños”
Los internos del centro penitenciario de Albolote (Granada) relatan su experiencia educativa y académica en el primero de los cursos de verano de la Uned de Motril
ALBOLOTE (Granada). Junio 2014 / En la segunda jornada del curso de verano “La educación en la cárcel como espacio de libertad”, organizado por el centro asociado de la Uned de Motril ya se había alcanzado plenamente el principal objetivo de esta importante cita académica: que alumnos universitarios externos y los internos del propio centro compartan en un mismo espacio de debate una inquietud universal, el deseo de aprender, formarse y superarse a sí mismos, dentro del marco del derecho fundamental a la educación.
Pero el curso está dando mucho más de sí, tanto a ese aludido nivel académico como incluso a nivel humano; desde el mismo momento en que alumnos de la Uned e incluso de otras universidades están conociendo la vivencia complicada y a la vez superadora de no pocos internos del centro penitenciario de Albolote para los que la educación se ha convertido o se está convirtiendo en el soporte principal de la que será su reinserción social.
Y desde todos los niveles, desde el proceso primario de alfabetización hasta la educación secundaria, bachiller y estudios universitarios. Todo ello es posible en la actualidad gracias tanto a los profesionales del Centro de Educación Permanente “Concepción Arenal” -ubicado en la propia penitenciaría- como el Servicio de Coordinación de formación del centro, que posibilita el enlace adecuado con el exterior para que los internos puedan cursar tanto el bachiller como los grados o licenciaturas que oferta la Universidad a Distancia (Uned) dentro de su programa de estudios en centros penitenciarios.
La frase sobre la que, este miércoles, se articuló toda la exposición del bagaje estudiantil y también emocional que expusieron varios de los internos en el transcurso de la mesa “experiencias educativas innovadoras en la cárcel”. Una de las reclusas lo condensaba en esta reflexión: “al cerrarse las puertas de la celda no se cierran las de los sueños”; o el pensamiento compartido de otro interno, al relatar como “nunca pensé que me sacaría el graduado y mucho menos aquí dentro..:”.
En el transcurso de un interesante y participativo foro que, un día más, tuvo como escenario el salón de actos de la cárcel de Albolote, el director del curso Víctor Vázquez Sánchez felicitó a todos los internos que “con ilusión, esfuerzo y tenacidad consiguen formarse”, a la vez que alabó el papel del voluntariado externo, que ha conseguido convertirse en un nervio fundamental del sistema educativo en prisión, ya que su apoyo es decisivo para la formación en fases como el bachillerato.
Motivación
En la actualidad, el Centro Penitenciario de Albolote cuenta con una población reclusa de 1.478 internos. Un destacado porcentaje de estos desarrolla estudios en diversos planes y ciclos formativos; lo que posibilitan los nueve maestros del CEP “Concepción Arenal” (alfabetización, neo-lectores, especial para extranjeros, formación base y ESO). Por su parte, los estudiantes de bachillerato y de la Uned (tanto acceso como carreras) quedan bajo la cobertura del Servicio de Coordinación de Formación que articula la oferta universitaria y de dotación de bibliografía, así como la gestión de procesos de matrícula, etc… “estudiar una carrera universitaria en la cárcel ha sido algo muy positivo para mí, a pesar de la carencia de medios, por lo que he cumplido uno de mis sueños en la cárcel”, relataba ayer un interno, a un auditorio que ayer desarrolló una jornada densa y completa.
El resto de la programación de la sesión del miércoles se centró en “Experiencias educativas innovadoras en la cárcel”, contando con las intervenciones de Juan Santaella López, Enrique Sáez, Irene de Haro, María Morillas, Belén López y Antonio Pérez que explicaron pormenorizadamente su relación formativa con los internos en experiencias como la “Escuela de padres”, talleres de pintura, músico terapia, etc… además del papel que desarrollan voluntarios de las asociaciones “Entre libros” o “Pide”.
La jornada de hoy jueves será la de clausura. Además de las mesas redonda previstas, los alumnos participantes vivirán un momento especial gracias al Grupo de Teatro del Centro Penitenciario de Albolote que pondrá en escena “Tercer grado”, bajo la dirección del monitor sociocultural Gregorio Rosillo.
Fermín Anguita / Prensa Uned Motril / Junio 2014