El cambio climático se sobrelleva mejor con un vinito, pero ecológico

El cambio climático se sobrelleva mejor con un vinito, pero ecológico

Con la influencia del cambio climático cada vez en más aspectos de nuestra vida, resulta sorprendente. “El vino ecológico es el único producto que no existe como tal. No está regulado”. Una situación que el defensor de la agricultura ecológica Manuel Cala atribuye a la falta de acuerdo para determinar cuándo un vino es ecológico y cuándo no, algo que ya ocupa a Bruselas. Sin embargo, esta falta de consenso sobre su definición no significa que no existan ya vinos procedentes de cultivos ecológicos de gran calidad. De cualquier manera, tengan producción ecológica o no, los viticultores están llamados a adoptar nuevas técnicas que contribuyan a mitigar el cambio climático, pues la subida generalizada de las temperaturas ya está afectando a las propiedades del milenario elixir.

Según Cala, que preside la Asociación Granadina para la Defensa y el Fomento de la Agricultura y la Ganadería Ecológica (Graeco), el grado alcohólico es mayor cuanta más temperatura aguante la uva, pues produce más azúcares que se convierten luego en alcohol. Además, cuanto más dulce sea un vino menor será su acidez, que “protege al vino frente a los microorganismos”. La temperatura también influye en el tamaño de los granos de uva. Los granos más pequeños dan uvas de mayor calidad, pues tienen una concentración mayor de las sustancias que dan al vino sus características principales. El problema es que cuanto más calor hace más se riegua la viña, más se hincha la uva y más crece el grano.

Son sólo algunos de los ejemplos de la relación del cambio climático con la producción de vino, en los cuales Cala ha profundizado esta mañana en la ponencia ‘El vino procedente de cultivo ecológico y su influencia en la mitigación del cambio climático’, encuadrada en el curso de verano ‘Vino y Enología: cultura, simbología y hedonismo’ que se celebra en Motril. Pero no son los únicos motivos para fomentar el vino procedente de la agricultura ecológica. “La calidad es un concepto abierto en el que se están incorporando términos como la ética y la sostenibilidad”, lo que significa que puede entenderse que la producción ecológica, en tanto que sostenible, tiene un valor añadido de calidad. En realidad, las peculiaridades de la agricultura ecológica son que en ella no se pueden utilizar fertilizantes de síntesis ni Organismos Modificados Genéticamente (OMG) ni plaguicidas sintéticos. Y Andalucía, con el 52 por ciento de la superficie total de España, está a la cabeza del país, que a su vez es el máximo productor ecológico de Europa.

Por tanto, la promoción y la defensa de los vinos ecológicos andaluces es una actividad de enorme interés económico y medioambiental. De ahí que los alumnos del curso de verano hayan catado alguno de los vinos ecológicos de la zona y que Cala augure un futuro prometedor al sector por las “excelentes” condiciones climáticas de las que goza. Aunque la calidad de los vinos de granada no es sólo cosa de los vinos naturales. Según el director gerente de las Bodegas Cortijo Anchurrón, Emilio Romero, que también ofrece una cata de vinos que se suma a la de la Bodega Cuatro Vientos, “en Granada hay un clima bastante privilegiado para hacer vino”.

“La alta iluminación, el contraste térmico entre el momento más cálido del mediodía y el más frío de la noche, y la baja pluviometría” son elementos muy beneficiosos que redundan en vinos de una gran calidad. Aunque Romero añade que “la adaptación de la industria a las técnicas modernas de vinificación” y un esfuerzo por implantar las mejores variedades de uva que se inició “hace 15 ó 20 años” son dos factores que también han contribuido a que Granada tenga tres indicaciones geográficas protegidas y una denominación de origen. Su nivel está respaldado por los premios internacionales que han ganado algunos de sus vinos.

 

Andrés Masa

Curso: Vino y Enología: cultura, simbolismo y hedonismo

Sede: Motril