La orden templaria cabalga sobre Motril
El periodista y escritor Jesús Ávila rescata en la Uned motrileña la fascinación histórica por la Orden del Temple
MOTRIL (Granada). Julio 2016 / Lo afirmó quien ya lleva publicados más de 106 libros y, posiblemente, quien conoce más de estas cosas que ningún otro investigador en España: “a los Templarios les debemos mucho”.
Y es que para el polifacético Jesús Ávila Granados, licenciado en Ciencias de la Información, ensayista y novelista, hay una fascinación no solo mundial, sino casi natural hacia estos legendarios y misteriosos caballeros religioso militares, acrecentada por las modernas investigaciones que han ido desvelando -aunque una mínima parte- muchos de los interrogantes que plantea la existencia de la Orden del Temple, lo que no ha hecho sino generar más interés aún en la opinión pública.
Con la intervención de Ávila, el Centro Asociado de la Uned de Motril alcanzaba ayer el cénit del último de sus cursos de verano, todo un atrevimiento académico al centrarse en el mundo de lo oculto, lo desconocido o lo misterioso, dedicándolo a la magia, brujería y nigromancia en España. Y desde la antropología a la historia, todo ese glosario del gusto popular, y ahora estudiantil, por la realidad más invisible, se detuvo ayer en los enigmas de la España Templaria, si bien el fenómeno hay que entenderlo en toda su dimensión geográfica y temporal.
“Eran una élite, gente preparada para todo que contaría con el respeto total, incluso de la propia Iglesia”, relataba Ávila. En efecto, y a pesar de su relativamente corta existencia en el tiempo, puesto que los templarios nacen en el siglo XII y desaparecen en el XIV, la atracción que ejerce su historia los ha convertido en tema habitual de cientos de debates, publicaciones e incluso programas televisivos, basándose en el poder que aún irradia tan solo la pronunciación del nombre de la Orden del Temple.
Para el reconocido autor que tanto ha indagado en lo más recóndito de la leyenda e historia de estos caballeros, hay un momento crucial a lo largo de ese devenir de más de doscientos años: 1129, cuando después de una década en Jerusalén, sumando más y más conocimiento, regresan a Europa los entonces trescientos templarios arropados por más de tres mil seguidores… “supieron recoger el amor de la gente y sin duda fue decisiva su defensa del diálogo”, cuenta Jesús Ávila. En ese lejano momento, tendrán ya reconocimiento oficial como “caballeros del Temple”. La leyenda, la gran leyenda, ya se estaba forjando.
El aludido poder de la orden tuvo ejemplos palpables que incluso afectaron al devenir de los tiempos o, más bien, de otros poderes. El propio autor recordaba ayer, en las aulas de la Uned de Motril, como el enigmático conde Arnau, perteneciente a la clase noble catalana contemporánea al inicio de la existencia de los Templarios, apoyó a este movimiento incluso con la oposición de la Iglesia y con el beneplácito de Jaime I el Conquistador, otorgándose con ello una especie de salvoconducto que impidiese cualquier acción eclesial sobre la orden. De hecho, esa indemnidad se mantuvo durante toda la existencia en el tiempo de los Templarios.
Pero, incluso en una exposición fantástica y amplia de esta gran realidad histórica, Jesús Ávila Granados reconocía que, aunque todo el mundo ha leído algo de la Orden del Temple, “es cierto que continúan siendo unos grandes desconocidos”. Con todo, los asistentes ayer a la conferencia del autor en la sede de la Uned motrileña vivieron un encuentro de lujo con esa realidad que, a pesar de que se queda ya setecientos años atrás, parece fluir con fuerza en la actualidad.
En relación con la intervención del periodista y escritor, el profesor-tutor del Centro Asociado de la Uned de Motril e historiador Manuel Domínguez resaltó que “es un lujo poder reflexionar sobre este tema, tan apasionante, en un curso de verano universitario”. Es más, la última cita veraniega de 2016, dirigida por el catedrático de Antropología Social y Cultural de la Uned, Honorio Velasco, ha dado una vuelta de tuerca a las temáticas habituales, congregando a alumnos inscritos y a público en general ansioso de conocer más sobre los mundos más desconocidos del ser humano. “Creo que ha sido un acierto -dice José Antonio Ruiz Caballero, director de la Uned de Motril- y enfocar estos temas desde una perspectiva multidisciplinar era un reto que nos alegra asumir”.
Fermín Anguita / Prensa Uned Motril / Julio 2016