Crecer, cuidar, compartir, comunicar: un freno a la violencia


Crecer, cuidar, compartir, comunicar. Estas cuatro grandes palabras resumen la propuesta que ha planteado el profesor de Pedagogía de la Universidad de Granada Alfonso Fernández para frenar la violencia. Crecer como personas “es educarse en sentido pleno”, ha recordado Fernández, quien ha abierto la última jornada del curso de verano ‘Las violencias en la familia’. Cuidar la vida y la Tierra, compartir nuestra energía y comunicarnos en círculos cada vez más amplios son actitudes transformadores que valen la pena el esfuerzo.

Fernández ha planteado este modelo como manera de tratar y de prevenir la violencia, dentro de su ponencia ‘La educación para la paz como respuesta a las violencias en la familia’. El tema es amplio y complejo, pero su charla impresionista ha marcado un camino interesante. “Tenemos que buscar una perspectiva preventiva de la educación para la paz, no tomarla exclusivamente como un apagafuegos”, ha advertido.

“La familia es un sistema dentro de otro sistema más amplio, como muestran las dificultades de algunas a consecuencia de la crisis económica”, ha explicado. Y en el contexto actual hay varias amenazas que pueden provocar violencias en la familia. Fernández ha señalado el materialismo, el hedonismo, el consumismo y el nuevo papel de dios que ha adquirido el mercado en la sociedad occidental. La amenaza puede llegar a provocar insatisfacción y algunas enfermedades psicosociales como la depresión, la ansiedad, la hiperactividad infantil y las toxicomanías.

La receta para poner frenar esta deriva perjudicial no puede cocinarse sin revisar antes muchos conceptos que damos por sentado. Así lo ha hecho Fernández. Para empezar, ha profundizado en la idea de educación desde el punto de vista de la inteligencia múltiple. Según el profesor, esta teoría defiende con acierto que el aprendizaje humano no es solo cognitivo, por lo que la educación no debería limitarse a este aspecto. Frente a las inteligencias convencionales, que son las que potencia el sistema educativo, las no convencionales esperan su oportunidad.

En otras palabras, las capacidades verbales, lingüísticas, lógico-matemáticas y visuales concentran toda la actuación educativa mientras que el aprendizaje de la música, el cuerpo, la inteligencia social y espiritual pasan inadvertidas. “No me parece correcto, porque hay conocimiento científico que dice que la naturaleza del aprendizaje es mucho más amplio”, ha subrayado Fernández.

El profesor también ha ampliado el concepto de paz. Su reconstrucción implica añadir las aportaciones de otras culturas a la occidental, que se centra exclusivamente en la paz social. Para Fernández, deberíamos añadir la paz interna, “que se va a ver reflejada afuera” y la paz con la naturaleza, en forma de visa sostenible. La combinación de esta amplia paz con una educación desde la inteligencia múltiple se combinan para conformar una prevención muy necesaria.

Tras la ponencia, los asistentes al curso han participado en un taller de relajación para aprender a buscar la paz interna desde las emociones. Esta actividad ha puesto el broche final a la VII edición de los cursos de verano que organiza el Centro Asociado a la UNED en Motril. La próxima cita, en la XXV edición nacional.

 

Andrés Masa
Curso: Las violencias en la familia
Sede: Motril