El presidente de TSJA habla de la violencia familiar en el Centro de Motril, donde se examinó por primera vez

El presidente de TSJA habla de la violencia familiar en el Centro de Motril, donde se examinó por primera vez


El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), Lorenzo del Río, es un ejemplo del éxito de los alumnos de la UNED. Licenciado en Derecho por esta Universidad, el jienense ha vuelto esta tarde al Centro de Motril, donde hizo el primer examen de la carrera, para abrir el curso de verano ‘Las violencias en la familia’. Los alumnos abordarán hasta el miércoles los diferentes tipos de violencia que suceden en la familia desde distintas perspectivas. Del Río ha reflexionado sobre el papel del derecho penal en la lucha contra la violencia en la familia y sobre su situación actual.

Las cifras son escalofriantes. Unas 650 mujeres han fallecido en los últimos diez años como consecuencia de la violencia de género y el maltrato infantil afecta a casi cinco menores cada día en Andalucía. Y la mayoría de los casos siguen sucediendo “en un entorno oculto, por eso lo importante es la prevención”, ha recordado Del Río. Claro que eso no significa que el poder jurídico no tenga en la violencia familiar un campo de acción importante. De hecho, es un terreno en el que cada vez se pone un mayor énfasis.

El presidente del TSJA, que ha impartido la ponencia ‘Familia y violencia. Un enfoque jurídico’, ha señalado dos hitos importantes en el derecho penal. Por una parte, la aparición de la figura de la violencia doméstica en 1983 y, por la otra, la irrupción en 2004 del delito de violencia de género, específico de la agresión hacia las mujeres. La última distinción introdujo una serie de cambios jurídicos que aumentaron la intensidad del castigo por ser un fenómeno que afecta al principio de igualdad.

Desde el punto de vista jurídico, la clave del éxito está en que las mujeres “se sientan siempre protegidas por el Estado”, a lo que ayudan las órdenes de protección y el amplio catálogo de medidas cautelares. Pero el problema no se erradica con las leyes si las componentes educativas y sociales de fondo no avanzan. El director del curso, Andrés Soriano, comparte esta reflexión.

La finalidad principal del curso es “dejar atrás la idea de que la violencia familiar es solo violencia de género y dejar claro que es un problema mucho más complejo”, ha explicado. Por eso el programa aborda las diferentes tipologías de la violencia familiar y adopta distintas perspectivas que ayudan a comprenderla. Variados expertos intervendrán hasta el miércoles para aclarar conceptos sobre la violencia en las relaciones de pareja, sobre la que se dirige hacia las personas mayores, sobre el maltrato en la infancia y sobre la violencia filio-parental. La última jornada se reserva para tratar la educación para la paz, una modalidad educativa que amplía los horizontes para conseguir resolver los conflictos sin necesidad de recurrir a la violencia.

 

Andrés Masa
Curso: Las violencias en la familia
Sede: Motril