La intervención psicológica sube peldaños en el tratamiento contra el cáncer

La intervención psicológica sube peldaños en el tratamiento contra el cáncer

Disponemos de documentos del año 1600 a.C. que describen algunos casos de cáncer. Aunque en ellos se detallan prácticas para tratar la dolencia que nada tienen que ver con la medicina moderna, como la aplicación de aceite hirviendo. Con todo, la auténtica realidad de los avances actuales aún se nos escapa: “Todavía no somos conscientes, a nivel social, del nivel médico de curación que se ha alcanzado en los últimos 20 años, y hay mucho miedo, incluso entre el personal sanitario”, ha argumentado la psicóloga Remedios Muñoz.  “Pero han cambiado mucho los tratamientos y la curación es más alta de lo que pensamos. Mueren menos personas de cáncer que de enfermedades cardiovasculares”, ha explicado en su ponencia ‘Factores psicológicos en enfermedades crónicas: cáncer’.

El mensaje que la psicóloga de la Asociación Española contra el Cáncer de Granada quiere grabar en los alumnos del curso de verano ‘Aspectos psicosociales de la salud la enfermedad y su impacto en el bienestar y la calidad de vida’ es muy claro: el cáncer no es sinónimo de muerte, sino un proceso que incluye tratamientos efectivos que, en muchos casos, llegan a la curación. Incluso en un alto porcentaje cuando se trata de ciertos tipos de cáncer y se detecta la enfermedad mientras está poco avanzada. Por eso, es optimista respecto al porvenir. “En el futuro se va a facilitar la adaptación al proceso oncológico y se va a mejorar la calidad de vida tanto del paciente como de la su familia”, ha asegurado.

Y el tratamiento psicológico tiene un importante papel en el camino hacia el futuro que describe. Según Muñoz, hace solo 30 años que contamos con documentos científicos que ligan la psicología con la oncología y que abordan los factores psicosociales de la enfermedad así como los efectos psicológicos que produce en los pacientes y en sus entornos. “El cáncer produce mucha desestabilización emocional”, sobre todo ansiedad y depresión. Por eso no se puede renunciar a la intervención psicológica. En la Asociación Española contra el Cáncer la llevan a cabo a varios niveles, los cuales conoce muy bien. Muñoz coordina a los 25 voluntarios testimoniales de Granada.

El primer nivel de la intervención es la prevención, ya sea para inculcar hábitos saludables o para incitar a que se abandonen los perjudiciales. El segundo nivel es el de la detección precoz. “Se trata de que las personas se hagan revisiones periódicas, de mejorar la adherencia al tratamiento y al screening”. El screening es un cribado de la población que se efectúa con el fin de detectar los casos de cáncer cuanto antes, lo que redunda en un mayor número de curaciones. Por ejemplo, es aconsejable que las mujeres de 50 a 69 años pasen por al consulta periódicamente para descartar los casos de cáncer de mama.

En el tercer nivel de intervención está la comunicación entre los pacientes, sus familiares y el personal sanitario. “Las personas se sienten bien tratadas a nivel clínico, pero en comunicación todavía se puede mejorar”. Este nivel de intervención pasa por proporcionar la habilidades necesarias para dar malas noticias y cuidar a las personas a nivel psicológico, puesto que el momento de conocer que un familiar o uno mismo puede provocar un shock muy fuerte. En cada etapa del proceso, incluso una vez se ha superado la enfermedad, se debe actuar de una manera distinta, la cual conocen muy bien los voluntarios. Ya sea en domicilios, en hospitales o en asociaciones ponen todo de su parte para que el cuidado psicológico suponga un bálsamo emocional para los pacientes de cáncer y para que ganen una fuerza extra para superar la enfermedad. Pero lo primero es deshacernos de los miedos que ponen barreras a una eficaz intervención psicológica.

 

 

Andrés Masa
Curso: Aspectos psicosociales de la salud y la enfermedad y su impacto en el bienestar y la calidad de vida
Sede: Motril